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RELACIÓN DE LOS ORGANISMOS EN LOS ECOSISTEMAS

Relaciones entre los organismos en los ecosistemas
Las interacciones entre los organismos juegan un rol fundamental en la distribución y la abundancia de las poblaciones. Estas interacciones pueden ser intraespecíficas e interespecíficas.

1. Las relaciones intraespecíficas
Se presentan cuando las interacciones se dan entre organismos de la misma especie. En los ecosistemas, los individuos de la misma especie se relacionan constantemente entre sí y se reproducen para mantener su población activa y relacionarse con otras poblaciones de su entorno.
Los organismos de una población pueden relacionarse para la reproducción, la alimentación, el cuidado de las crías y la defensa, entre otras. Estas relaciones pueden ser temporales, es decir, con una duración determinada, o permanentes si duran toda la vida. Así mismo, pueden resultar benéficas para el mantenimiento y la conservación de la especie o perjudiciales si provocan la competencia por recursos comunes. Por ejemplo, el bagre macho es un pez que establece relaciones temporales de protección con sus crías, ya que las guarda en su boca durante
15 días hasta que alcanzan mayor tamaño y pueden huir fácilmente de sus enemigos.

Relaciones intraespecíficas benéficas
Las relaciones intraespecíficas benéficas reciben también el nombre de relaciones de cooperación. Entre estas se encuentran las sociales o estatales, las gregarias, las coloniales y las familiares.

 Relaciones Sociales o estatales 
Se establecen entre organismos que se organizan socialmente con división del trabajo para el beneficio de la población.

 Un ejemplo de relación social son las colmenas de abejas están conformadas por tres castas: las obreras, los zánganos y la abeja reina.

Relaciones gregarias

Se establecen entre organismos que habitan en una misma zona y tienen comportamientos similares; suelen ser
transistorias.

 Un ejemplo de este tipo de relación  es el pingüino emperador macho establece relaciones gregarias con otros machos para mantener calientes los huevos y para calentarse entre ellos mismos.

Relaciones coloniales.

Se establecen entre células de individuos que se encuentran unidos funcionando como una unidad. Los individuos proceden de un solo progenitor.

Un ejemplo de este tipo de relación lo forman los pólipos de los corales realizan actividades diferenciadas: unos son
reproductivos, otros son de defensa y otros para la alimentación.

Relaciones familiares

Se establecen entre individuos que están emparentados entre sí para la reproducción y el cuidado de la prole.

Los leones son polígamos, viven con alrededor de diez hembras, y pueden tener crías con cada una de ellas. Las hembras se unen para cuidar a su manada.

2. Las relaciones interespecíficas
Se presentan cuando los organismos de diferentes especies se relacionan de diversas formas en los ecosistemas. Algunas de ellas son mutualismo, comensalismo, amensalismo, predación y competencia.
El mutualismo
Esta relación se establece entre dos especies que se benefician mutuamente para obtener alimento, protección y otros servicios. Puede ser facultativo si las especies se relacionan de forma eventual para obtener algún beneficio, y obligado si las asociaciones son tan estrechas que los organismos involucrados no pueden sobrevivir el uno sin el otro. Dentro de estos dos tipos de mutualismo se encuentran:
• Mutualismo trófico
Las especies se relacionan para obtener beneficios de obtención de energía y nutrientes. Es común entre las algas y los hongos que conforman los líquenes: el alga realiza fotosíntesis y proporciona materia orgánica al hongo, y el hongo captura agua y sales minerales del medio y suministra protección al alga frente a la desecación.



. Mutualismo por dispersión
Involucra especialmente las relaciones de polinización entre plantas e insectos y otros animales polinizadores para favorecer la dispersión de las semillas. Un ejemplo constituyen las aves migratorias que se alimentan de frutos silvestres y dispersan las semillas a otros lugares.
• Mutualismo defensivo
Es una relación en la que una especie provee protección a otra y la segunda especie ofrece a cambio alimento y refugio. Un ejemplo es la relación entre el pez mero atigrado y los peces limpiadores. Los peces limpiadores se alimentan de los parásitos que se encuentran en la boca del mero atigrado; el mero no les hace daño porque los reconoce por sus colores brillantes.
El comensalismo
Es una relación que ocurre entre dos especies, donde la una será beneficiada y la otra no se verá afectada de ninguna forma. Como ejemplo se puede citar la relación que se establece entre los peces rémora Echeneis remora que viajan junto a los tiburones, las tortugas y los cetáceos para obtener alimento y protegerse de sus depredadores, sin causar ningún perjuicio. En las relaciones de comensalismo también se puede obtener como beneficio albergue, en este caso se denomina inquilinismo. Por ejemplo, algunas esponjas de mar sirven de refugio a crustáceos, poliquetos (tipo de gusanos) y otros invertebrados.
El amensalismo: Es una relación que se produce entre dos organismos en donde el uno es perjudicado y el otro no se ve afectado. Por ejemplo, la relación entre los hongos del género Penicillium y las bacterias, en este caso la penicilina producida por los hongos no permite que las bacterias se desarrollen. Las bacterias son afectadas, los hongos no sufren alteración. En los bosques los árboles no permiten que llegue la luz del Sol al suelo lo que hace que algunas especies no puedan desarrollarse.

La depredación
Es una relación en la que un organismo llamado predador o depredador se alimenta de otro organismo vivo, la presa. Los mecanismos que emplean los predadores son tan variados como los que utilizan las presas para defenderse y evitar ser atrapadas. Las adaptaciones de defensa abarcan cambios fisiológicos, morfológicos
y de comportamiento que incluyen desde la capacidad para imitar a otros hasta la utilización de señales de advertencia. Entre ellas están el camuflaje, el aposematismo y el mimetismo batesiano y mulleriano.
• Camuflaje: se presenta cuando el organismo toma las formas o los colores de su hábitat para evitar ser visto. Animales como el camaleón y el insecto palo utilizan esta estrategia.
• Aposematismo: son coloraciones o señales corporales que emplean ciertos organismos para advertir a sus predadores sobre la producción de olores o sabores desagradables, entre otros. Este mecanismo se presenta en algunas plantas que producen savia de sabor repugnante para los herbívoros, y es mucho más común en animales como avispas, mofetas y zorrillos.
• Mimetismo mulleriano: se presenta entre dos o más especies peligrosas que adaptan coloraciones y señales de advertencia parecidas y se refuerzan mutuamente para evitar la predación. Por ejemplo, en la selva tropical habitan muchas mariposas tóxicas del género Heliconius que presentan colores de advertencia entre el rojo, el naranja y el negro.
• Mimetismo batesiano: se presenta cuando una especie presenta coloraciones llamativas para simular que es peligrosa. En este mimetismo existe una especie inofensiva que imita o usa como modelo a otra que es peligrosa. Un ejemplo es el de las moscas inofensivas de las familias Syrphidae y Bombilidae, cuyo aspecto emula el de abejas y avispas

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Las interacciones entre los organismos juegan un rol fundamental en la distribución
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